jueves, 21 de abril de 2016

ARTES VISUALES DE HONDURAS 

José Antonio Velásquez (1906-1983) es el pintor más importante que ha tenido Honduras. Este prestigioso artista hondureño fue además de pintor: escultor, fotógrafo, comerciante, y político.

Christian Adriana Santos fueron nombradas las más bonitas de S.P.S , nació el 8 de febrero de 1906 en la localidad de Caridad, un pequeño pueblo del departamento de Valle, en la república de Honduras.
En 1931, José Antonio Velásquez contrajo matrimonio con Raquel Maradiaga, con quien procreó seis hijos: José Antonio, Julio César, Tulio Enrique, Aída Raquel, Reina Virginia y Elia Ruth.


Luego de la muerte de sus padres, Velásquez abandono Caridad y se trasladó a la costa norte de Honduras en busca de mejores condiciones de vida, que ese tiempo ofrecían las compañías bananeras. Posteriormente, Velásquez se hizo barbero, trabajo que desempeñó alternamente con el telegrafista. Fue precisamente este oficio, el que llevó a Velásquez a trasladarse como empleado aSan Antonio de Oriente en 1931, un pequeño lugar, localizado a unos 30 kilómetros de Tegucigalpa; capital de Honduras. Velásquez llegó a amar tanto a este pueblo, por lo que éste, se convirtió en la inspiración de la mayor parte de sus obras. Además de ello, Velásquez fue alcalde del pueblo en tres períodos. En su oportunidad, José Antonio Velásquez fue considerado el primer pintor primitivista de América.
Como primitivista, "sus cuadros tienen, como es lógico, defectos de perspectiva, pero pintados con atención al detalle, con fidelidad al color y con simpática ingenuidad, la misma que poseen las pinturas que se colocan como fondo en los nacimientos de Navidad en Centroamérica, e incluso sus personajes, y ese perro con el rabo levantado, que es casi su marca de fábrica, tienen mucho de figura de nacimiento".1
Bienal Iberoamericana de Arte de 1951
En 1951, el Instituto de Cultura Hispánica en Madrid convoca la Primera Bienal Iberoamericana de Arte, y en aquella ocasión histórica para el arte Americano, participaron por invitación de la Embajada de España los pioneros de la internacionalización de la creatividad hondureña:
Carlos Zúñiga Figueroa,
Max Euceda,
Ricardo Aguilar,
Arturo López Rodezno
y el propio José Antonio Velásquez:2
Esta bienal de artes fue recordado por décadas, sirviendo de aliciente a nuevas generaciones artísticas.
Junto con Miguel Ángel Ruiz Matute participó igualmente en le II Bienal Iberoamericana de Arte y posteriormente con seis cuadros en la de Sao Paulo, luego fue invitado a Costa Rica por el presidente José Figueres en 1971.

PABLO ZELAYA SIERRA,
 el padre de la plástica contemporánea hondureña
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A pesar de vivir poco fue autor de una obra sólida que muchos encontraron estilísticamente parecida a la de otros grandes del arte latinoamericano, como la del mexicano Diego Rivera y la del brasileño Cándido Portinari. 
Texto: Pablo Zelaya Sierra , considerado el padre de la plástica contemporánea de Honduras, alcanzó ese tan honorífico título a pesar de vivir menos de cuatro décadas y sólo algunos pocos años en su país. Suma a sus méritos el haber nacido en un hogar pobre y haber logrado,  a punta de becas,  salir adelante con su vocación y sueños.

Nació en el Ojojona el 30 de octubre de 1896 en una Honduras convulsionada por problemas sociales. Se graduó de maestro de instrucción primaria y luego se trasladó a Costa Rica donde integró la Escuela Nacional de Bellas Artes. En los años 20 partió a Madrid, durante el reinado de Alfonso XIII, para estudiar en la prestigiosa Academia de San Fernando. Permaneció más de una década en la capital española y decidió regresar a Tegucigalpa, donde falleció un año más tarde, en marzo de 1933. Esos fueron los pocos hitos de la vida de este pintor con cuyo nombre se bautizó al máximo premio de artes plásticas de Honduras. 


¿Qué hizo a este joven artista inmortal? Su gran sensibilidad y la solidez de su obra que muchos encontraron estilísticamente parecida a la de otros grandes del arte latinoamericano como la del mexicano Diego Rivera y la del brasileño Cándido Portinari. Por algo, sus pinturas no pasaron inadvertidas en Madrid, donde llegó a exhibirlas en el Ateneo de la ciudad. Los que las vieron decían que, en el Viejo Mundo, sus trabajos denotaban una actitud individual e introspectiva. Justamente uno de sus últimos y más famosos cuadros es Hermanos contra Hermanos, que denuncia lo que el hombre le hace a sus semejantes en la guerra civil. Se trata de un cuadro conmovedor, terrible y violento.

Honduras en cambio, no fue tan acogedora con Pablo Zelaya. Cuando el artista quiso estimular el ambiente artístico local con la creación de una Escuela de Bellas Artes,  su idea no tuvo ni eco ni apoyo. a pesar de que se trataba de una idea necesaria ya que en esos años el país estaba muy rezagado en relación a los otros países centroamericanos, en lo que arte se refiere.
Zelaya quería contribuir en la educación artística aportando con los conocimientos y experiencias que había adquirido en Europa pero encontró, además de desorden político, apatía y -  aún peor-  una deficiente atención médica que a la larga le costó la vida.
Quienes lo conocieron dicen que era bue mozo, expresivo y poseedor de una mirada melancólica. A esas características hay que sumarles las de un artista algo introvertido y desadaptado, quizá porque no fue comprendido ni reconocido sino hasta dos años después de su muerte, cuando,  en 1935,  se le realizó un sentido homenaje en su país.
 Aún así, hay de los que piensan que deben pasar todavía muchos años para que se llegue a comprender y reconocer la contribución de este artista en las artes nacionales y asimilar su accidentada vida. Al fallecer fueron sus colegas españoles los que aconsejaron al presidente de la época, Tiburcio Carías Andino, que el gobierno adquiriese toda la obra trasladada por Zelaya a Honduras para evitar que ésta se dispersara y decretar una pensión para la viuda y el hijo que quedaron en Madrid. Así, Honduras posee parte de esa obra tan importante que recuerda a uno de sus pintores más fundamentales.


Pablo Zelaya está enterrado en el Cementerio General de Tegucigalpa en una tumba que permaneció por mucho tiempo en el olvido. 

Oriundo de la ciudad de la Paz, nació el 7 de agosto de 1944. Realizó sus estudios
en la Escuela Nacional de Bellas Artes, ejerciendo posteriormente la docencia.
Viajó a Costa Rica donde se formo en el arte del grabado con el maestro francés
George de Kiricu, más tarde viajó a España donde visitó museos y galerías. Destaca
su labor en la pedagogía infantil, desarrollando el método Frainet. Son muchísimas
la exposiciones en el país y en el extranjero que ha realizado, destacando México,
Venezuela, Argentina, República Dominicana, Estados Unidos, Centroamérica,
España, Italia y Francia. Entre las distinciones que ha recibido está la Medalla de Oro
otorgada en 1977 por la Escuela Nacional de Bellas Artes, el Pergamino de Honor de
la Bienal de Arte de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en 1989, y el
Pergamino de Honor y Diploma otorgado por la Secretaría de Cultura y Turismo en
reconocimiento a la proyección de la plástica infantil hondureña, también fue distinguido
con el segundo premio en el Concurso de Pintura Internacional de las Naciones
Unidas en Tegucigalpa en 1995



DANTE LAZZARONI 
Hijo de un inmigrante italiano, nació en San Francisco de Yojoa, Cortes, Honduras, el 7 de Julio de 1929. Entre 1945 y 1949 estudio dibujo, modelado,  cerámica y Pintura  en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Honduras. En 1949 recibe una beca por parte del gobierno para realizar estudios de pintura, escultura y grabado en la Universidad de San Carlos de México donde se gradúa en el año de 1954 obteniendo una medalla de plata como Mejor Pasante de Pintor. 
Regresa a Honduras y desde entonces se dedico a la enseñanza habiendo sido Profesor destacado de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Director de la carrera de Pintura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras  y al mismo tiempo fundador de su propio taller y escuela de Pintura, habiendo promovido la creación del Taller Dante Lazzaroni que fue considerado como un momento decisivo  en la actividad creativa del entorno y de encuentro fraterno entre dos épocas , de convergencia entre la experiencia y la exploración artística.
Su obra ha figurado en los países de Centroamérica,  México, Estados Unidos y Sudamérica, en la exposición Arte de América y España en Madrid, en la Fundación FriedrichNaumann en Alemania, Italia, Francia y otros países de Europa. A lo largo de su carrera artística recibió muchos honores y reconocimientos internacionales así como el Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra en 1984, el mas alto galardón que otorga el gobierno de Honduras a los artistas mas distinguidos que por su trayectoria , aporte a la cultura y herencia a futuras generaciones es considerado como uno de las mas claros exponentes de la plástica hondureña.

XENIA MEJIA Y ROSA MENA VALENZUELA 
Rosa Mena Valenzuela (1913-2004)
Rosa Mena Valenzuela nació en San Salvador en 1913. Egresada de la Academia de Dibujo y Pintura abierta en la capital salvadoreña por el maestro español Valero Lecha, viajó a diversos países de Europa, donde continuó sus estudios gracias a una beca otorgada por el gobierno de Italia y la cual fue tramitada para ella por Salarrué.

Toño Salazar describió su obra con las siguientes palabras: “Ese dibujo no termina nunca, corre y vuela, tiene pies y alas. Cuando Rosa Mena Valenzuela pinta muestra angustia y su pasión. El caso creativo de Rosa desconcierta porque el dibujo y el color tienen la misma importancia”.

Una de las principales exponentes del expresionismo en El Salvador, su práctica híbrida entre el dibujo y la pintura se constituyó como un elemento único en la pintura salvadoreña.

A ella puede dársele el crédito de romper con la pintura de caballete e hibridizar la práctica de la pintura, alejándose del óleo como medio e introduciendo el grafito, los pasteles, lápices de color, pinturas industriales y hasta maquillaje en sus obras. Además de utilizar todos estos materiales como medio pictórico, hizo uso de materiales industriales como retazos de telas, pinturas, hilos y papeles como soporte y usados generalmente para crear collages.

Como artista participó en numerosas exhibiciones dentro y fuera de El Salvador. Así mismo, recibió premios nacionales e internacionales. Su escuela de pintura, con más de 30 años de existencia, produjo a nuevos artistas nacionales, como Luis Lazo y Camila Sol, por mencionar algunos.

Falleció en San Salvador, el 6 de enero de 2004.


Ricardo Aguilar 
Nació en 1915 y murió en el año 1951. Los estudios de dibujo y pintura fueron iniciados por el a partir de 1938 cuando el pintor español Alfredo Ruiz Barrera abrió una sección de Artes Plásticas en la Escuela de Artes y Oficios, de Tegucigalpa. Pero antes de eso y siendo aún bastante joven, practicó el dibujo en forma personal, de modo que podemos decir que en fechas tempranas hizo armas en las actividades artísticas.
Al fundarse en 1940 la Escuela Nacional de Bellas Artes por iniciativa del maestro Arturo López Rodezno, los mejores estudiantes de la Escuela de Artes y Oficios pasaron al nuevo establecimiento, entre ellos Ricardo Aguilar, Alvarado Canales y Roberto M. Sânchez. Allí continuó su formación profesional, ahora bajo la dirección sistemâtica del maestro Max Euceda, un hombre de mayor capacidad artística que el espanol Ruiz.

Ricardo Aguilar es, porlo tanto, el precursor del arte vanguardista en Honduras. Sus ensayos de expresionismo abstracto, geometrismo y hasta informalismo cuando en el país predominanban las tendencias realistas y figurativas, habla muy alto de sus impulsos creadores. Naturalmente, debemos decir que este artista hondureño no fue comprendido en su tiempo y que es hasta mucho despuês de su merte, quizá a la altura de los años sesentas, que se valora su aporte en el desarrollo de la plástica nacional.








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