Artes
Visuales Costa Rica
Grupo ocho (La vanguardia Tica)
Lola fernandez
Manuel de la cruz fernandes
cesar Valverde vegas
Luis Taell
Harol jose camora
Hernan Gonzales
El grupo de los 8
En los inicios de la década de los sesentas la ciudad de San José se vió sorprendida por un hecho inusual. Una exposición de Arcadas, frente al parque Juan Mora Fernández, mostraba creaciones totalmente novedosas para el medio, de estilo abstracto y cubista. Por primera vez el arte había salido a la calle.
Este fue solo uno de los acontecimientos originados por la unión de ocho artistas costarricenses que bajo el nombre de Grupo 8 se propusieron como meta “inquietar el ambiente para estimular toda la forma de originalidad creadora”, según dice el manifiesto del grupo firmado por Luis Daell, Harold Fonseca, Rafael A. García, Hernán González, Manuel de la Cruz González, Guillermo Jiménez, César Valverde y Néstor Zeledón Guzmán.
Logramos infundir un impulso al mundo de la creatividad del país, iniciando la nueva etapa en el desarrollo cultural. Los objetivos planteados en su manifiesto marcaron una clara ruptura en el ambiente artístico nacional.
El arte continúa su marcha sin detenerse, si la creación artística del país merece, como hace treinta años, un replanteamiento, corresponderá a los artistas de las nuevas generaciones definirlo.
Luis Daell
Nacio en la ciudad de heredia el 16 de marzo de 1927. estudio en la Academia de Bellas Artes, donde recibio un premio de pintura mural y otro de oleo.
Al final de la decada de 1940 estudio en el akron art institute el cleveland, ahí se interesó por lo relativo de las ayudas audiovisuales.
Fue miembro fundador del grupo de los ocho, que desde 1961 ayudó a consolidar la abstracción y el arte moderno en el pais. Fue junto con Felo Garcia fundador de lo que hoy es el ministerio de cultura.
En washington, fue especialista de ayudas visuales en la OEA.
Fue profesor de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, y en 1970 ayudó a fundar la carrera de Artes Graficas.
Daell murió en 1998 en el mismo año que Francisco Amiguetti y Cesar Valverde.
Felo Gracía
Como pintor es un orgullo nacional, es patrimonio cultural digno de preservar para entender nuestro desarrollo en las artes visuales de Costa Rica. Hoy día galardonado con el premio Magón de Cultura, merecido reconocimiento a su aporte profesional y artístico que por mas de seis décadas incansablemente nos ha ofrecido con mucha pasión, identidad y reflexión a través de sus obras, las cuales se reflejan en las obras que nos ha cedido, para realizar una muestra antológica en la galería de La Escuela Casa del Artista.
Hernán González
Luis Ferrero Dice:
"HERNÁN SE ENTREGÓ a la escultura cuando ya frisaba los cuarenta años de edad. Nació en San José el 31 de diciembre de 1918. Había estudiado Derecho en la Universidad de Costa Rica; estuvo metido en política y fue ministro de Cultura de 1982 a 1986, y fue dirigente bancario. La vida de Hernán González es un reto y un ejemplo de honestidad consigo mismo. Abogado, economista, banquero, agricultor, lo deja todo buscándose a sí mismo. Encontró su modo creativo en la escultura. La fibra de creador que hay en Hernán no pudo ser ahogada por nuestro medio, pobre en estímulos, adoptando una posición superficial ante la vida —señala Norma Loaiza. Cuando empezó a tallar pequeñas piedras se sintió refrenado. "Tenía todavía el complejo del abogado, temeroso de expresarme", observa. Se fue a Nueva York a estudiar en el Arts Student League y allán trabajó dirigido por Harvey Fite quien lo posesionó de la destreza indispensable para enfrentarse a la talla directa y tratar las superficies de diferentes modos.
Regresó a Costa Rica y montó su taller en La Guácima de Alajuela donde "repuse el tiempo perdido", según cuenta él. Seis pintores y dos escultores fundaron el "Grupo Ocho" en 1960. Hernán fue uno de ellos. Expusieron en Las Arcadas y en el Parque Central de San José, Hernán se dio a conocer como animalista. Sus primeras obras tuvieron un notable realismo: terneros, lagartijas, sapos, gallinas, peces. Prontamente penetró la "escultura esencial", simple pero significativa. Al año siguiente expuso en Washington D.C., Nueva 0rleans, Miami y San José. Evolucionó notablemente su obra, gracias a su poder creador innato, a su vasta cultura, y a su sólida formación artística. Además, a su inconformismo. En una de las tantísimas conversaciones que tuvimos me dijo: Yo he tratado de añadir una nueva dimensión a mis figuras: el movimiento hacia fuera, deviniendo del material que las contiene con lo que he logrado una comunicación intensa, algunas veces con quien las observa. Ese fue Hernán González, quien fue al encuentro de su destino en 1987"
Manuel de la Cruz González
Manuel de la Cruz González Luján nació en San José en 1909.
Sus comienzos como pintor se remontan a finales de los años 20 y la década del 30 dentro de lo que se conoció como la Generación nacionalista, un grupo de artistas que buscaban rescatar lo autóctono, en especial el paisaje campesino del Valle Central.
Más adelante, en 1948 por motivos políticos, Manuel de la Cruz salió del país y se estableció en La Habana, Cuba. En 1951 viajó a Venezuela, específicamente a Maracaibo y allí inició una intensa participación en el ambiente cultural que lo llevó a compartir con artistas llegados de París quienes estaban muy involucrados con la tendencia de la abstracción geométrica.
Así inició una evolución de la obra pictórica de González hacia el uso paulatino de aspectos geométricos, que se evidencia en la serie Goajiras y lo lleva a su máxima expresión en sus lacas.
El artista falleció en 1986, dejando un gran legado para la cultura costarricense.
César Valverde
César Valverde nació en El Carmen, San José, el día 08 de marzo del año 1928 y murió el día 03 de diciembre del año 1998. Desde niño quiso ser pintor, pero estudió abogacía, por petición de sus padres. A la edad de seis años un maestro llamado Gonzalo Morales, le hizo un retrato y ello fue un estímulo decisivo para fortificar su vocación de pintor. Su pintura, dijo él, era su lenguaje, sus palabras, sus formas, colores y sus diseños.
Fue licenciado en Artes Plásticas por la Universidad de Costa Rica y también Licenciado en Leyes por la Universidad de Madrid, España.
Estudió además pintura en la Academia de Belle Arti de Roma, La Carcoran School of Art, en Washington D. C., La Regiknal School of Art de Manchester, Inglaterra. Tiene también estudios de postgrado en Administración y Desarrollo Económico en Inglaterra y Francia.
Ha ocupado, entre otros cargos, los de Director de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, Asesor Internacional de la OEA. , en países de Centro América y Sur América, Subdirector de la Oficina de Planificación Nacional y Agregado Cultural de Costa Rica en Roma.
Como pintor, ha ganado numerosos premios y tiene una obra pictórica mural de gran relevancia.
Por su obra plástica obtuvo más de once premios, nacionales e internacionales. Fue miembro del llamado grupo de los ocho
Nestor Zeledón Guzmán
Hijo de tigre, Zeledón Guzmán nació el 7 de enero de 1933 en Guadalupe, en el hogar del también escultor Néstor Zeledón Varela, compañero de artes y propósitos de Paco Zúñiga y el Indio Sánchez. En el taller del padre y en el del maestro imaginero Manuel Zúñiga aprendió sus primeras artes. Antes y después que estas, sin embargo, debió de conocer un poco más del mundo y sus dolores cuando, con dieciséis años, debió de partir con su familia hacia Guanacaste, pues su padre padeció la persecución del gobierno de la naciente Segunda República. Ese periodo en la sabana guanacasteca influyó mucho en su obra posterior; no solo hubo de desempeñar diversos oficios -machetero, sabanero, carpintero-, sino que se encontró entre peones y campesinos, cuyo espíritu habría de retratar. Al mismo tiempo, seguía con la imaginería.
En 1950 ingresó a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, consciente de que si quería continuar creciendo como escultor era necesaria una formación más estructurada. Ocho años después concluyó la licenciatura, y desde entonces ejerció la docencia en esa universidad y después también en la Nacional; en ambas instituciones se pensionó en 1983 como catedrático. Como integrante de los grupos Plus-1 (1955) y Ocho (1964) e individualmente, Zeledón Guzmán vivió durante los años cincuentas y sesentas su edad heroica: exhibió sus esculturas repetidas, ganó certámenes, participó en la II Bienal de Arte Hispanoamericano en México en 1960 y, muy especialmente, buscó un estilo y en esa búsqueda pasó por el arte figurativo, el expresionista, el neorrealista y el no figurativo.
“Busco despertar al espectador con un mensaje fuerte, aunque en determinados momentos resulte desagradable. Yo no hago obras que halagan el gusto de nadie”
Harold Fonseca
Desde los 10 años, el pintor Harold Fonseca sucumbió ante el misticismo y la belleza del arte precolombino.
Hoy, 68 años después, las impresiones de aquel arte sintético, de colores naturales (cafés, verdes y negro) y con gran impacto visual nutren su obra y se mezclan con elementos de influencia europea y afrocaribeña para mostrar su universo creativo: Latinoamérica.
Fonseca, quien vive en Fort Lauderdale (Estados Unidos) desde 1957, presenta, a partir de hoy, la muestra Caminos en la Casa de Cultura Popular José Figueres Ferrer (barrio Escalante)
El artista es integrante del desaparecido Grupo 8, conjunto que revolucionó la plástica nacional al abrir una brecha para los artistas jóvenes e introducir el abstraccionismo al país.
Amante de sus raíces, este pintor costarricense transcurre sus años en un continuo ir y venir de Estados Unidos a Costa Rica. Además de las visitas a su familia y a su hermano el sacerdote Pipo de la Iglesia de Barrio Luján en Costa Rica, sus viajes incluyen el trabajo y cada vez que pisa suelo nacional trae una exposición o las ideas para una.
"Toda esta obra es mi herencia para los jóvenes, a mí me gusta exponer para que todos la vean y así poder devolver un poco de todo lo que la vida me ha ofrecido a mí", explicó el plástico, quien llegó a Costa Rica desde hace tres meses.
Este artista de 78 años recuerda con gran felicidad que en la escuela primaria la maestra lo estimulaba a que pintara y le pedía que dibujara la bandera o el mapa de Costa Rica en la pizarra para que sus compañeros lo copiaran. "Todavía me los sé de memoria de tanto dibujarlos".
Cuando era adolescente (14 ó 15 años, no recuerda bien), le regalaron una cajita de pinturas óleo que desató "su fiebre" por la pintura.
"Agarré tres reglillas y una tabla, las pegué y me hice mi primer caballete. Con él y mis pinturas agarraba el tren, me bajaba en Mata de Limón y cogía un barquillo que me llevaba al otro lado del estero. Allí me sentaba a dibujar en un restaurante; cuando el tren venía de regreso ya estaba esperándolo. También me iba a Barva y a Escazú", dijo.
Fonseca se profesionalizó en Corcoran School of Art y el Art Institute en Chicago. Antes, en Costa Rica había estudiado dibujo con el profesor Alexander Biering y cursó agronomía en la Universidad de Costa Rica.
Gracias a su excelencia como ilustrador es contratado por la Organización de Estados Americanos (OEA), donde conoció al historiador y crítico de arte José Gómez-Sicre, quien lo ayudó a realizar su primer exposición individual en 1960 y lo incorpora a la Primera Exhibición de Arte Contemporáneo como representación de Costa Rica.
Después fue diplomático de la OEA en Costa Rica y forma el Grupo 8. "Luis Daell, Felo García, Hernán González, Manuel de la Cruz González, César Valverde, Néstor Zeledón, Guillermo Jiménez y yo estábamos unidos por un mismo propósito: sacar a los artistas de los closets donde estaban metidos", explicó Fonseca.
Grupo Bocaraca
El grupo Bocaracá reúne en
sus filas desde 1988 a once artistas plásticos que manifiestan en el arte
costarricense la
representatividad de las
principales tendencias creativas actuales.
En tanto que artistas
contemporáneos, inmersos en una realidad concreta, recogen las sensaciones
estéticas de su entorno y las plasman en un producto artístico.
Sin duda que cada Integrante
del grupo, según su propia experiencia, investigación, ángulo de acercamiento a
esa realidad, dominio técnico y constancia, plasma de manera distinta su
circunstancia. El resultado final tiene diferentes versiones de belleza,
dramaticidad, comicidad, ironía, sarcasmo, idealización y novedad.
El producto resultante es
diferente, según la personalidad e inclinación temático y formal de cada
Integrante. Así, cada uno recoge det mundo que le rodea, una serie de
sensaciones y con ayuda de su sensibilidad, las transmite creativamente.
Algunas veces el proceso es más racional; depura la forma, la simplifica llega
a una síntesis y otras el proceso es más sensorial, tamizado por la
subjetividad y la emoción. Luís Chacón se inserta con naturalidad dentro de
esta última tendencia. Su obra es emergente, sensual, envolvente y poética. Es
una interpretación muy personal del paisaje costarricense. Maneja el concepto de
la pintura como deleite visual, del color como pigmento que construye la imagen
y practica la simplificación de la forma como inspiración en el arte Etrusco y
Precolombino, en lo que descubre que el realismo puede expresarse de una manera
diferente. Su pintura es una mirada optimista proyectada hacia el paisaje, es
futuro, es alegría de vivir. Al igual que Luís Chacón, Ana Martén, persigue el
enigma simbólico de las culturas más antiguas de la humanidad.
Chacón estudia en ellas la
poesía con que expresan creativamente y efectivamente su sentir Martén posee
uní gran inventiva para observar, recrear y transformar los elementos característicos de esas culturas y
descubrir un mundo mágico, primitivo,
mítico y su relación con el hombre y su
entorno.
Estos signos-sfmbolos, en
las técnicas mixtas de Ana Martén, se integran al igual que el hombrea la
naturaleza, crea un fluir natural entre magia y naturaleza.
En los acrílicos de Pedro
Arrieta, por el contrario, la presencia del hombre es tácita, es el ser humano destructor, antropofágico. Sus obras de ayer revelan una
mirada nostálgica del paisaje, invadido por el vacío, silencio e inmovilidad:
la tierra agredida, masacrada y destruida por hombre.
Hoy propone un viaje
fantástico por las entrañas del globo
terráqueo, una radiografía de las fuerzas telúricas desatad Pero que el
autor controla muy bien sobre el lienzo, lograi un excelente equilibrio
armónico del color y una exquisita calidad de las texturas como elemento
expresivo. El resultado es una propuesta conceptual de gran impacto visual y
estético.
El hombre, es de nuevo el
objetivo en la mira de Roben Lizano. Con virtuoso dibujo crea una serle de
retratos sobi cajas de cartón, que transforma con ayuda de un bisturí, c unos
toques de acrílico y collage en un objeto de arte que sorprende pues busca un
acercamiento de juego con el espectador. Si tuviéramos que definir a Roberto
Lizano, diríamos que es irreverente, espontáneo, creativo, sincere original,
valiente, en fin un verdadero artista.
El tema del retrato es
escogido también por José Miguel Rojas. Se trata de catorce cuadros de pequeño
formato Inspirados en fragmento de un escrito de Marta Traba ".... idea
del retrato está ligada con la Idea central de la vida y muerte"
Este género que desde el
renacimiento experimenta un gran
auge, debido a la creciente
necesidad de mostrar su status y de inmortalizarse, en Rojas destaca como una
perfecta unidad. Con un lenguaje contemporáneo, dentro de una sensibilidad
expresionista que lo caracteriza, une esta investigación a sus reconocidas
imágenes del poder. No hay ruptura, al contrario, su obra sigue siendo una
clara reflexión sobre el hombre y transmite el drama humano con eficacia.
Florencia Urbina escoge
significados muy claros para lograr una comunicación masiva. Por lo tanto, al
igual que en la tira cómica, concentra la acción, fracciona con arbitrariedad,
transmite una visión esquemática de temas actuales en los que sobresalen
famosos personajes de la política.
Urbina con gran lucidez e
ingenio, se arma de una sólida capacidad crítica, para dejar constancia por
medio de su obra, algunas veces de forma irónica, caústica o burlesca, su
posición ante el acontecer económico, político o social mundial.
Para abordar las obras de
Leonel González, Mario Maffioli, Fabio Herrera y Miguel Hernández, hay que
separar la realidad del realismo y aceptar una nueva forma de ver el mundo
exterior.
Tenemos que admitir que
figuración no quiere decir realismo. Las gentes y paisajes de la zona
atlántica, son los temas preferidos por Leonel González. Sus personajes se
simplifican, se alargan, en suma se estilizan, como parte de una búsqueda
constante del artista. Leonel se apoya en la realidad, la purifica, y propone
una nueva posibilidad de comunicación; construye sobre un bastidor de grandes
proporciones, un mundo de gran riqueza cromática y de texturas en que el
espectador puede adivinar la iconografía propia del autor.
Mario Maffioli, por medio de
un proceso de síntesis establece un sistema de relaciones entre un lenguaje
abstracto de zonas planas, machas de color de apariencia gestual, raspaduras,
con elementos figurativos, motivos realistas o representaciones geométricas. El
aspecto de su arte es espontáneo, sin embargo es reflexivo y producto de una
constante investigación sobre las posibilidades del color.
Las palabras de Kandinsky De
lo material a lo espiritual, es lo que Fabio Herrera plasma sin lugar a dudas
en sus últimas creaciones. El resumen del alejamiento de las categorías cerebrales
para dejar paso a la reacción inmediata de los sentidos y la emoción. Construye
el espacio en tres dimensiones, perspectiva, planos de color y luz, contrastes
que animan la superficie y logra una ambientación misteriosa, en suma, crea una
nueva realidad.
Dentro de esta misma
tendencia que podríamos definir como un arte abstracto que no elude la realidad
sino que plantea una forma distinta, se inserta también la obra actual de
Miguel Hernández.
Sus inicios en el arte lo
definen como un artista figurativo realista. Luego mediante un proceso de
estudio y maduración técnica y conceptual, propone al espectador una obra de la
que se puede hacer una lectura inteligente. Algunas veces la mezcla de signos o
símbolos por su intensidad sorprenden al espectador.
Hoy presenta en esta
exposición una tela de gran formato, que se distingue por la austeridad y
economía de color. Sobre esa estructura plana monocroma coloca haces de luz, y
el resultado lo podemos definir como figuración en la proximidad.
De carbón y de sangre titula
Ottón Solís esta instalación que presenta en los Museos del Banco Central. Con
un lenguaje propio, una gran necesidad de comunicar y sensiblemente marcado por
las vivencias de su infancia y adolescencia, Ottón Solís propone una obra litúrgica-mágica.
Mezcla en la tela; el expresionismo abstracto y en la instalación la
investigación del espacio y la perspectiva. Además agrega elementos naturales
para obtener un objeto estético que lleva indiscutiblemente el sello de su
personalidad.
Sin duda alguna, el
espectador después de contemplar esta exposición, podrá constatar la existencia
de múltiples propuestas creativas y participativas, al igual que una
atomización de formas de expresión tanto formal como conceptualmente.
Precisamente este es el manifiesto
plástico de Bocaracá: una coherencia que se mueve en la diversidad y en la
diferencia. La consigna es de seriedad, investigación trabajo y honestidad; el
resultado es una obra que mantiene la calidad y su propia individualidad.
Exposiciones del Grupo
2003
Arte Público. Centro
Nacional de la Ciencia y la Cultura. San José, Costa Rica.
Bocarrcá, (serigrafías).
Galerie du donjon de Bassoues d’Armagnac, Gers -Francia.
Bocaracá, (serigrafías).
Casa de la Cultura. Cartago, Costa Rica.
Viva la pintura-Bocaracá,
Museo Calderón Guardia, San José, Costa Rica
Veneno Bocaracá. Galería
Nacional, Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura, San José, Costa
Rica.
2002
Bocaracá, (serigrafías). La
Ventana. San Salvador, El Salvador.
2001
Bocaracá. Galería WILD.
Lahr, Alemania.
2000
Bocaracá. Alianza Francesa.
San José, Costa Rica.
1999
Bocaracá Bocaracá. Galería
Alternativa, San José, Costa Rica
1998
Bocaracá. Galería Nacional.
Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura. San José, Costa Rica.
1996
Bocaracá. Galería Roberto
Lizano. San José, Costa Rica.
Pequeño formato, Grandes
artistas. Galería Roberto Lizano, San José, Costa Rica
Bocaracá. Pintura
contemporánea de Costa Rica. Capilla de los Remedios. Santo Domingo, República
Dominicana.
Bocaracá. Casa de la Ciudad.
Cartago, Costa Rica.
Bocaracá. Instituto
Tecnológico de Cartago. Cartago, Costa Rica.
1995
Bocaracá. Obras recientes.
Centro Cultural Español-ICI. San José, Costa Rica
Bocaracá. Galería Roberto
Lizano. San José, Costa Rica.
1992
Bocaracá. Museo de Arte
Contemporáneo. Cuidad de Panamá, Panamá.
Bocaracá. Museos Banco
Central de Costa Rica. San José, Costa Rica.
Bocaracá. Facultad de Bellas
Artes. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.
Presencia Gráfica del Grupo
Bocaracá – Costa Rica. Museo de la Estampa. México D.F., México.
Bocaracá, (serigafias).
Museo Etnohistórico de Limón. Limón, Costa Rica.
Bocaracá. Galería Enrique
Echandi. San José, Costa Rica.
1991
Bocaracá. Museos Banco
Central de Costa Rica. San José, Costa Rica.
Bocaracá, (serigrafías).
Museo de Pérez Zeledón. San Isidro de General, Costa Rica.
Bocaracá, (serigrafías).
Casa de la Cultura. Puntarenas, Costa Rica.
Bocaracá. Vestíbulo Teatro
Melico Salazar. San José, Costa Rica.
1990
Bocaracá. Colegio Internacional
SEK. San José, Costa Rica.
1989
Bocaracá. Galería Nacional
de Arte Contemporáneo (sede Sala Julián Marchena, Museo de Arte Costarricense).
San José, Costa Rica.
ESCULTURA
JOSE SANCHO
“José Sancho
indiscutiblemente es uno de los escultores costarricenses que con mayor
talento, inspiración y oficio ha sabido utilizar esa riqueza privilegiada que
brinda la naturaleza costarricense.”
En 1935 nace en Puntarenas,
Costa Rica.
Dedica varios años de su
vida a estudio y ejercicio de la economía.
Como parte de su educación
artística autodidacta, visita México, Perú, India, Italia, Grecia, Rumanía
(para conocer la obra monumental de Brancusi, quien es su principal
inspirador), Argentina, Alemania, Asia Central, China, Egipto, Medio Oriente,
Africa, la Antártica, las Islas Galápagos y la Isla de Pascua.
A partir de 1982 se dedica
por completo al trabajo escultórico.
Ha realizado numerosas
exposiciones individuales, la primera de ellas en 1975. En Jerusalén expuso en
1987. Fue invitado a exponer en la “Maison L´ Amerique Latine” en Paris, en
1989, y por invitación del Museo de Arte de las Américas expuso una obra
monumental en Washington en 1990. En agosto de 1991 fue invitado a realizar un
trabajo de características similares en Kirguizia, Asia Central.
Desde 1992 viaja
periódicamente a Carrara, Italia, a laborar directamente el mármol en el
estudio Nicoli y durante 1995 expuso en West Palm Beach, Bruselas y Ontario. En
el año 2001 expuso en Chicago y en Lahr, Alemania y en desde año un conjunto de
obras donadas al INBIOparque se expone permanentemente en sus jardines.
PREMIOS Y DISTINCIONES
Premio Ancora 1976
Medalla de Oro Salón Anual
de Escultura MCJD 1978 y 1983.
Premio Nacional de Escultura
1985.
Gran Premio de la Bienal de
Escultura 1997.
El tema más importante y
constante es el animal, en sus animales plasma en gestos, actitudes y
movimientos de gran sutileza, la nobleza de la conducta de esos seres y su
vínculo con el entorno y las fuerzas esenciales de la vida; también plantea su
honestidad de propósito, la intención clara y sin engaños que el escultor dice
añorar de la conducta humana.
La animalística de José
Sancho se refiere a los animales; a través de ellos el autor se refiere a los
hombres, sin por eso convertir sus figuras en metáforas de la conducta humana.
Con igual intensidad su escultura trata de lo estético: del material, de la
forma, del espacio, de lo posible en la escultura como dimensión plástico
expresiva. Su concepción de la forma y de sus posibilidades y propiedades del
lenguaje plástico, siendo muy racional, posee la dimensión emotiva de una forma
elegante y sofisticada.
Tomado de La animalística en
el arte costarricense. De Ileana Alvarado y Efraín Hernández
JORGE JIMENEZ DEREDIA
Jorge Enrique Jiménez
Martínez (Heredia, Costa Rica, 4 de octubre de 1954), es un escultor y
arquitecto de origen costarricense, mejor conocido como Jorge Jiménez Deredia.
Habiendo comenzado su
carrera en su país natal, Deredia se trasladó a Italia en 1976, país en donde
ha desarrollado gran parte de su obra recibiendo aclamación internacional y
privilegios únicos, siendo tal vez los más importantes el ser el primer
escultor latinoamericano en colocar una obra en la Basílica de San Pedro,
ubicada en el Vaticano, y ser el primer artista contemporáneo en exponer sus
obras en el Foro Romano, entre otros sitios de la capital italiana.
Jiménez Deredia descubrió la
escultura a los 13 años de edad, en el taller del Liceo de Heredia; fue ahí en
donde se dio cuenta de que era capaz de crear algo.
Unos años después, Deredia
empezó a tallar retratos en trozos de madera y piedra, contando con el apoyo de
los talleres artísticos del Conservatorio Castella, ubicados en Barreal de
Heredia.
Poco tiempo después centró
su atención en el desarrollo de las formas orgánicas y en el arte precolombino.
Es en este momento donde se gradúa de secundaria y empieza a visitar
frecuentemente la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica.
Desde ese mismo año, y hasta
la mitad de los años 80, Deredia creó obras que se caracterizaban por presentar
rasgos toscos, de figuras aullantes. Estas obras más que todo reflejaban
sentidos de malestar, rabia e incertidumbre. Con ellas, Deredia quería mostrar
una "huella latinoamericana".
Es en esta época también que
Deredia empieza a trabajar por medio de sus obras el tema de la maternidad,
incrementándose especialmente después de 1978, año en que nació su hijo
Esteban.2
Cuando obtuvo su
Licenciatura en Escultura de la Academia de Bellas Artes de Carrara, Deredia
decide estudiar arquitectura en la Universidad de Florencia, de 1980 a 1986.
Los años vivídos en
Florencia le permitieron despertar nuevos estímulos que cambiaron su
acercamiento en lo que respecta a su obra artística, profundizándose así en el
período renacentista. Todo este movimiento artístico intelectual, aunado a la
recuperación de la cultura costarricense (particularmente las esferas
precolombinas propias de la cultura Boruca), permiten a Deredia fortalecer su
visión globalizante del Ser con el Universo.
Las esferas precolombinas
influyen en el escultor, haciendo que este centre su atención en las formas y
el material utilizado en las mismas, además de la función y la simbología
ligada a la figura de la esfera y el círculo en si.
Así, la esfera se transforma
en un modelo, en un molde, que permite al escultor enfatizar en los dibujos de
tinta china de 1985 y la primera Génesis.
Es en ese mismo año que el
escultor adoptó su nombre artístico, Jorge Jiménez Deredia, como contracción de
"de-Heredia", la ciudad natal del escultor. Este cambio fue producto
de lo que el crítico francés Pierre Restany denominó "el momento de
iluminación cósmica". El crítico afirmó en ese entonces que Deredia nació
como artista en ese año porque "descubrió la alquímia de la esfera
precolombina".3 Desde entonces y en adelante, resultan bastante claras y
definidas las líneas de pensamiento que acompañan la producción artística del
escultor.